Las zonas calientes y zonas frías de tu farmacia
En una oficina de farmacia, como en cualquier negocio. Según hayas colocado el mobiliario y la decoración, va a producirse un comportamiento en los clientes que va a generar recorridos. Estableciéndose así zonas frías y zonas calientes.
Uno de los puntos estratégicos que tenemos que trabajar dentro de una nueva oficina de farmacia es analizar las zonas de paso calientes y las zonas de paso frías para conseguir una mayor rentabilidad e interacción con nuestros pacientes.
Para ello lo primero, es conocer que son las zonas calientes y frías:
Las zonas calientes son aquellas zonas en el local que consiguen tener un mayor impacto en los clientes, suelen seguir un itinerario que tiene que ver con el paso lógico de entrada hasta el mostrador y salida. Las zonas calientes no solo son las zonas naturales por las que pasa el cliente, sino que también son zonas que tenemos que crear para tener un mayor potencial.
Las zonas calientes son estratégicas a la hora de estudio porque tienen una mayor visibilidad y todos los productos que se sitúan en esta zona, tiene mayor salida. Por eso es clave, saber trabajar correctamente las zonas calientes de tu farmacia si estás buscando impulsar tus ventas, pues todos los productos de las zonas calientes van a interactuar con el cliente sin que hagamos nada. Como pasa por ejemplo con: el mostrador.
El mostrador de la farmacia tiene un papel principal, ya que es la zona de mayor tránsito de una farmacia y debes saber aprovecharlo al máximo. Lo ideal es que el mostrador este situado lo más lejos posible de la puerta de tu farmacia para así, “obligar” a los clientes a realizar un mayor recorrido dentro del local. Pues es un punto estratégico de paso obligatorio para todos los clientes que compran y por lo tanto, todo el espacio que rodea al mostrador, así como el propio mostrador es una zona caliente.
La clave está en colocar en la zona cercana al mostrador productos de promoción, de temporada, nuevos lanzamientos, así como los artículos de compra impulsiva cerca de la caja.
Sin olvidarnos de aplicar técnicas de visual merchandising. Que nos ayudarán a hacer mucho más visibles los productos. Una exposición ordenada, cómoda y visual de los productos se va a traducir en ventas aumentando el ticket medio de compra, potenciado al máximo tanto el tiempo, como el recorrido del cliente en la farmacia y por supuesto, mejorando la experiencia de compra de nuestros clientes.
Se trata de ser lo más visuales posibles, por eso también es importante cuidar la estética de la zona de mostradores, debes contar con un mostrador atractivo que tenga un diseño único y cuidado. Lo que ayudará a destacar esta zona. Siempre sin olvidar la funcionalidad del espacio, ya que tiene que ser un espacio pensado para la atención farmacéutica, ya que es el principal lugar de trabajo de un farmacéutico y donde el cliente vivirá su experiencia de compra.
Mientras, por el contrario, las zonas menos visitadas son las zonas frías. Las zonas frías, se deben estudiar para mejorar su potencial, ya que pueden surgir por ser menos visibles o por ser una zona menos accesible por la distribución del local o la colocación de las estanterías.
Por ellos es importante, jugar con la rotación de los productos colocando en las zonas frías productos de primera necesidad, de mayor consumo o rotación o de ventas más frecuentes. Para obligar al consumidor a cambiar su recorrido dentro de la tienda.
Este es un punto tan importante en el sector de las tiendas que ahora ya existe una tecnología de retail intelligence de forma que podemos recopilar datos en tiempo real sobre el comportamiento del consumidor, analizarlo y usar las estrategias comerciales en la oficina de farmacia.
Contar con herramientas de control de los procedimientos que garantizan la máxima rentabilidad del espacio es parte de la gestión profesional de una oficina de farmacia.
Y tú, ¿Trabajas las zonas calientes y las zonas frías de tu farmacia?